Desayuno entre marcianos
Esta vez hemos sido nosotros los invitados a bajar de nuestra nave nodriza y de acudir a uno de los desayunos marcianos de marketing morning celebrados en Ideateca. Para nosotros fue una experiencia muy positiva, pudimos reencontrarnos con amigos del sector a la vez que conocimos otros profesionales muy interesantes.
El motivo del encuentro era hablar de cómo la investigación de mercado se puede combinar con el marketing online. Hablamos de cómo romper barreras, de la posibilidad de ir más allá de los datos y de ser capaz de traducirlos en información interesante para el negocio.
En un intento de resumir parte de las conclusiones de esta jornada, enumeraremos algunas de las situaciones en las que la investigación de mercado puede marcar la diferencia.
1. Segmentar nuestro público objetivo. Cada vez son mayores las posibilidades de identificar determinados colectivos a través de las herramientas online. Sin embargo, ¿estamos seguros de que ese es nuestro target? Antes de actuar con suposiciones es conveniente verificar que trabajamos con los segmentos adecuados.
2. Medir la rentabilidad. Hay que alinear los objetivos de la estrategia de comunicación con los de negocio. No compiten entre sí ni apuntan a distintas direcciones, sino que ambas líneas deben enfocarse a la rentabilidad empresarial. Sí, estamos hablando de empresas y la inversión que se realiza en comunicación puede reportar un beneficio claro, real y contable al negocio. La visión cuantitativa y la capacidad para traducir la información bruta en ratios y conversiones permite hablar de ROI, así como de tasa de éxito o eficacia de una campaña.
3. Unir online y offline. La línea entre ambos canales cada vez es más fina y se salta constantemente de un lado a otro. Ya lo dice el efecto showrooming, un consumidor consulta información de un producto o servicio a través de Internet para finalmente comprárselo en el establecimiento físico, y viceversa. Por mucha tecnología que usemos el cliente sigue siendo una persona de las de siempre, con sentimientos, impulsos, frenos y emociones que deciden realizar una compra o no hacerla. Hay que entender que aunque los procesos de compra en ambos canales sean diferentes, las motivaciones o frenos pueden ser los mismos. Por eso, no podemos plantear una estrategia online sin comprender cómo funciona el cliente, y para ello a veces será necesario preguntarle directamente e interactuar con él.
4. Determinar la viabilidad de productos o servicios. El riesgo se reduce con conocimiento, y la investigación de mercado permite radiografiar el escenario actual para analizar la oferta (la competencia, proceso de comercialización, distribución, productos complementarios o sustitutivos…) y la demanda (diferenciar segmentos del público objetivo, conocer el comportamiento del consumidor y sus hábitos de compra…). No obstante, nuestro planteamiento va más lejos. Ponemos en práctica el MPV (Mínimo Producto Viable) para comprobar su funcionamiento en el mercado y calcular una estimación de demanda real.
5. Definir y redefinir ideas de producto. A veces se quiere salir al mercado o comunicar una idea, producto o servicio que no se tiene plenamente definido, o que teniéndolo definido hay «algo» que no funciona. Puede ser que la mejora necesaria se encuentre en la comunicación, en el packaging, en la imagen de marca, o en el producto/servicio en sí mismo. Para encontrar respuestas es interesante utilizar técnicas de investigación como focus group, entrevistas en profundidad, hall test, encuestas... dependiendo de la necesidad de información y de los objetivos a responder se utilizarán un enfoque cualitativo, cuantitativo o mixto.
Antes de despedirnos, una vez más queremos volver a dar las gracias a todos los asistentes por la colaboración y participación.
¡Nos vemos esquivando asteroides por la galaxia!
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